Para mediados de los años mil ochocientos, seis mil toneladas de coco deshidratado se embarcaba. Esto se multiplicó por diez para los años mil novecientos.

Existen dos grandes etapas de maduración para el coco. En la primera encontramos el coco tierno, el cual tiene un dulce y vigorizante jugo, la piel es muy delgada, suave y dulce. En la segunda tenemos el coco maduro, su pulpa es gruesa y firme, y se utiliza en rebanadas alrededor del mundo principalmente para repostería. La pulpa en el coco maduro es muy



El Coco “Alimento del alma en los trópicos.” 
El coco se califica en muchas partes del mundo como “el árbol de la vida”, principalmente porque provee muchos nutrientes importantes  para  el requerimiento diario de muchas personas.

Creemos que en los países donde las palmeras de coco crecen, es probable que recibieran
la primera semilla de los océanos por medio de pequeños cocos verdes moviéndose vigorosamente hacia las costas del Sureste de Asia, India, muchas Islas del Pacífico, Hawai, América del Sur y Florida. Nadie sabe al 100% en que región se originó, pero es probable que haya sido en Malacia o Indonesia.
Los exploradores antiguamente pensaban que los tres ojos en la base del coco eran similares a la cara de un duende o mono, por esto fue llamado en la antigüedad  por los portugueses “coco” que significa duende o cara de mono.

En el año de 1519 Magallanes salió con 5 barcos de España con la esperanza de encontrar una ruta por el Oeste a la Isla Spice. En uno  de esos barcos había un pasajero llamado Antonio Pigafetta, un hombre de la nobleza de Venecia. ¡Para nuestra suerte Antonio escribió un diario durante su viaje!
Después de algunos problemas con enfermedades y hambre, la flota decidió ir a las costas de Guam como último recurso. El equipo que bajó a tierra fue recibido por nativos salvajes que usaban las cáscaras de coco como máscaras y las sacudían y golpeaban para hacer ruido con ellas. Después de varias negociaciones con ellos se fueron con muchas provisiones y una buena cantidad de cocos.
Antonio Pigafetta escribió en su diario: “El coco es la fruta de las palmeras, y como nosotros tenemos pan, vino, aceite y vinagre, ellos obtienen todas estas cosas de tales palmeras… con dos de estas palmeras una familia completa, hasta de diez personas, puede mantenerse…. hasta por cien años.”
Muchos viajeros mencionaron los cocos, pero permanecieron sin conocerse por mucho tiempo fuera de los trópicos hasta alrededor de los años 1830, cuando un Inglés llamado J.W. Benett escribió sobre los cocos, revelando que el carbón  de la cáscara servía para limpiar los dientes, y que el agua de coco ayudaba para remover las arrugas. Esta “crema para arrugas” finalmente creó interés  en el “coco”. En Europa causó una gran novedad durante esta época, empezándose a consumir en dulces y repostería. La fruta y el coco se incorporó en la confitería, naturalmente la pulpa de coco era muy demandada.

Debido al costo involucrado en embarcar los cocos enteros a Inglaterra, una compañía francesa_ JH Vavasseur and Company- puso una tienda en Ceylon con el único propósito de solucionar los costos del embarque: hacía pedazos la pulpa del coco y la secaba perfectamente, de esta forma se desperdiciaba menos y era más fácil su empaque, para ser enviada al destino donde hubiera demanda.

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Historia del Coco
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